Las causas para la regulación del sistema financiero
El sistema financiero es el conjunto de instituciones, mercados y operaciones que facilitan el flujo de dinero entre los agentes económicos. El sistema financiero cumple una función esencial para el desarrollo económico y social, ya que permite canalizar el ahorro hacia la inversión productiva, facilita el comercio y el pago de bienes y servicios, y contribuye a la estabilidad monetaria y financiera.
Sin embargo, el sistema financiero también puede ser fuente de riesgos e inestabilidades que afecten negativamente al bienestar de la sociedad. Por ejemplo, una crisis financiera puede provocar una contracción del crédito, una caída de la actividad económica, un aumento del desempleo y una pérdida de confianza en el sistema. Estos efectos pueden ser especialmente graves en los países en desarrollo, donde el sistema financiero suele ser más frágil y menos diversificado.
Por estas razones, es necesario regular el sistema financiero para garantizar su buen funcionamiento y prevenir o mitigar los posibles problemas que puedan surgir. La regulación financiera tiene como objetivos principales:
- Proteger a los consumidores e inversores de posibles abusos o fraudes por parte de las entidades financieras.
- Promover la eficiencia y la competencia en el mercado financiero, evitando las distorsiones o las prácticas anticompetitivas.
- Preservar la solvencia y la liquidez de las entidades financieras, asegurando que cuenten con suficientes recursos propios y fuentes de financiación para hacer frente a sus obligaciones.
- Mantener la estabilidad del sistema financiero en su conjunto, previniendo o resolviendo las situaciones de crisis que puedan afectar a una o varias entidades financieras o al mercado en general.
La regulación financiera se basa en un conjunto de normas, principios y mecanismos que establecen las condiciones y los requisitos que deben cumplir las entidades financieras y las operaciones que realizan. La regulación financiera se aplica tanto a nivel nacional como internacional, mediante la cooperación entre los distintos organismos supervisores y reguladores.
La regulación financiera es un tema complejo y dinámico, que debe adaptarse a los cambios y a los desafíos que plantea el entorno económico y financiero. Algunos de estos desafíos son:
- La globalización e integración de los mercados financieros, que aumenta la interdependencia y la exposición a los riesgos externos.
- La innovación financiera, que genera nuevos productos y servicios financieros, así como nuevas formas de intermediación y de gestión de riesgos.
- La digitalización y la transformación tecnológica, que facilita el acceso y la difusión de la información financiera, pero también crea nuevos riesgos cibernéticos y operativos.
- La sostenibilidad ambiental, social y de gobernabilidad (ESG), que implica incorporar criterios éticos y responsables en las decisiones financieras.
Estos desafíos requieren una regulación financiera que sea capaz de garantizar la seguridad, la eficiencia y la inclusión del sistema financiero, sin obstaculizar su capacidad de innovar y contribuir al crecimiento económico.
Las causas para la regulación del sistema financiero son diversas y responden a diferentes motivaciones. Algunas de las más importantes son:
- Evitar los riesgos sistémicos: se trata de aquellos riesgos que afectan al conjunto del sistema financiero y que pueden provocar su colapso o contagiar a otros sectores de la economía. Por ejemplo, el riesgo de contagio se produce cuando la quiebra de una entidad financiera genera desconfianza y retiros masivos de depósitos en otras entidades, lo que puede generar una crisis de liquidez. El riesgo sistémico también puede originarse por factores externos al sistema financiero, como las crisis políticas, sanitarias o ambientales.
- Corregir las fallas de mercado: se refiere a las situaciones en las que el mercado no asigna los recursos de forma eficiente debido a la existencia de asimetrías de información, externalidades o poder de mercado. Por ejemplo, la asimetría de información se produce cuando una de las partes tiene más o mejor información que la otra, lo que puede generar problemas de selección adversa o riesgo moral. La selección adversa se da cuando los agentes con mayor riesgo son los que acceden al crédito, mientras que el riesgo moral se da cuando los agentes toman decisiones más arriesgadas una vez obtenido el crédito. Las externalidades son los efectos positivos o negativos que una acción tiene sobre terceros sin que estos reciban una compensación o paguen un costo. Por ejemplo, la quiebra de una entidad financiera puede generar una externalidad negativa sobre el resto del sistema financiero o sobre la economía real. El poder de mercado se refiere a la capacidad de una entidad financiera de influir en el precio o en las condiciones del mercado, lo que puede generar ineficiencias o abusos.
- Proteger a los consumidores: se trata de garantizar que los usuarios del sistema financiero reciban un trato justo, transparente y adecuado a sus necesidades e intereses. Para ello, se establecen normas sobre la información, la educación y la protección al consumidor financiero. Por ejemplo, se exige que las entidades financieras informen sobre las características, los costos y los riesgos de los productos y servicios que ofrecen; se promueve la educación financiera para mejorar las capacidades y los conocimientos de los usuarios; y se crean mecanismos para resolver las reclamaciones y las controversias entre los consumidores y las entidades financieras.
- Promover la inclusión financiera: se refiere a facilitar el acceso y el uso de los servicios financieros por parte de todos los segmentos de la población, especialmente los más vulnerables o excluidos. La inclusión financiera contribuye al desarrollo económico y social, ya que permite a las personas ahorrar, invertir, emprender, protegerse ante imprevistos y mejorar su calidad de vida. Para ello, se impulsan medidas para ampliar la oferta y la demanda de servicios financieros, como la innovación tecnológica, la diversificación de productos y canales, la reducción de costos y barreras regulatorias, el fomento de la competencia y la cooperación entre actores públicos y privados.